Puras Patitas: En Berlín, quieren matar a este osito

martes, 29 de mayo de 2007

En Berlín, quieren matar a este osito




Fuente: EFE
Un compromiso de amor universal lo ha salvado de morir. A sus tres meses de vida, Knut ha despertado emociones tiernas y la compasión de millones de seres humanos en la tierra.

Knut estuvo a punto de morir. Los defensores del derecho de los animales y distintas asociaciones protectoras de animales parecían ganar la batalla pidiendo su sacrificio.

No aceptaban que Knut tuviera un trato de humano. No les parecía bien que un oso tomara leche en biberón, durmiera en una cesta blanda, jugará con ositos de peluche y recibiera el afecto de su cuidador.

Knut nació en el zoológico de Berlín. A los pocos días de nacer fue rechazado por "Tosca", la madre. Thomas Dörflein, cuidador del establecimiento, ante la dramática situación del recién nacido tomó la decisión de recogerlo.

Desde aquel día, Knut durmió en la habitación de su cuidador. Para los defensores de los animales un trato así despertaría una ola de rechazo y protestas contra los administradores del zoológico berlinés.

Pedían la muerte de Knut. Señalaban que era mejor el sacrificio antes de arrancarlo de su condición de animal salvaje.

Los que proponían su muerte señalaban que era cruel someterlo a un proceso de humanización porque, en este caso, el oso y el medio ambiente sufrirán consecuencias.

El detonante fue el diario popular “Bild”, que en su portada destacó las declaraciones del especialista alemán en defensa de los animales, Frank Albrecht.

"El zoológico debe matar a ese osezno. Knut sufrirá problemas de comportamiento durante el resto de su vida", explicaba este experto, quien añadía que el contacto humano representaba una "grave infracción a la ley del mundo animal".

La historia de Knut no quedó en una simple protesta.

Su caso llegó a los linderos del Congreso alemán donde se discutió la posibilidad de aplicar la eutanasia.

El zoológico de Berlín decidió indultar al oso y reconoció que tendrá que ser trasladado a un centro con otros oseznos para evitar que sus propios compañeros de “celda”, entre ellos su madre, “Tosca”, puedan acabar con él.

Fuente: EFELos protectores de animales, entre ellos Albrecht, manifiestan que “la crianza por parte de un ser humano no sólo va en contra de la naturaleza, sino que es una contravención a la ley alemana de Protección del Animal.”

Según los ecologistas, el osito podría presentar problemas de comportamiento de por vida. “No hay razones para matar a Knut”, dicen.

Sin embargo, están en desacuerdo con propagar la humanización de animales.

Antes de matar a cualquier animal, deben existir siempre razones sensatas.

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